Para Lucía

Hay libros que me resultan más fáciles de escribir que otros y, sin duda, este de Lucía fue uno "de los buenos". El motivo es que ella con 11 años es una niña a la que le encanta hacer un montón de cosas como cantar, disfrazarse, viajar...  Y además tiene una gran pasión: los caballos. Me resultó sencillo inventarme una historia con tanta información y además es que a mi también me encantan los caballos así que disfruté muchísimo escribiéndola.